Banqueros consultados por la agencia creen que este crecimiento indica que los bancos y las empresas occidentales están haciendo negocios con empresas rusas, a pesar de las sanciones impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea.
"El crecimiento, creo, se debe principalmente a la mejora de las perspectivas económicas, en lugar de a una mejora de la situación geopolítica. La gente ya se ha acostumbrado a las sanciones", dice Alexéi Yakovitski, primer ejecutivo de la inversora rusa VTB Capital.
Los compradores extranjeros realizaron más de la mitad de las transacciones en el campo de las fusiones y adquisiciones. Al mismo tiempo, los inversores rusos han reducido la actividad, lo que llevó a una reducción en el volumen de transacciones de este tipo en el período mencionado de 10.300 millones de dólares en 2016 a 7.500 millones de dólares en 2017.