En julio de 2016, Corea del Sur y EEUU lograron un acuerdo para desplegar en territorio surcoreano una batería THAAD, que será totalmente operativa a finales de 2017.
Tanto Seúl como Washington han afirmado en reiteradas ocasiones que el THAAD solo pretende contrarrestar la amenaza norcoreana.
Sin embargo, Pekín y Moscú han manifestado sus preocupaciones de que en el fondo EEUU lo que busque es aumentar su presencia en la zona y monitorear sus defensas.