"Me dirijo al país para desconocer el origen, proceso y presunto resultado de la actual Constituyente presidencial", expresó la fiscal en declaraciones transmitidas en vivo por las redes sociales.
La funcionaria basó su desconocimiento de la elección de 537 de los 545 integrantes de la Constituyente en que el proceso estuvo "revestido de ilegalidad".
"Ahora veremos un poder absoluto en manos de una minoría (…), en una estructura de Gobierno reforzada que acabará con el derecho al sufragio (…) Aquí no habrá separación de poderes, que es la única garantía de control de la administración pública", expuso.
Venezuela está "frente una ambición dictatorial" dijo Ortega, y aseguró que esto ocurre cuando el país vive "la más cruenta crisis política, económica y social".
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Ante las advertencias de que uno de los primeros pasos que dará la Asamblea Nacional Constituyente será reformar el Ministerio Público, el cual ella encabeza, sostuvo que se mantendrá firme y no abandonará la institución que representa.
"El principal promotor de esta Constituyente presidencial (Jorge Rodríguez, miembro del comando de campaña oficialista) manifestó que lo primero que tiene que hacer (…) es reestructurar al Ministerio Público; no es atacar el hambre no la escasez de medicamentos o alimentos, no, no, es acabar con este Ministerio Público y todo aquello que sea un obstáculo para el poder absoluto", agregó.
La fiscal también se refirió a las manifestaciones de los últimos cuatro meses y aseguró que el 25% de las 121 muertes registradas son responsabilidad de los funcionarios de seguridad del Estado y 40%, de sujetos armados que actúan contra los manifestantes.
La funcionaria adelantó que, "si se cumplen las órdenes" de sacarla del Ministerio Público, podría acudir a instancias internacionales para denunciar que en Venezuela se cometen delitos de lesa humanidad.
La fiscal general, antes cercana al oficialismo, se ha convertido en una figura incómoda para el oficialismo desde el 31 de marzo, cuando denunció que en Venezuela existía un ruptura del orden constitucional.
Ortega no solo mantuvo sus acusaciones contra el Tribunal Supremo de Justicia y contra el Ejecutivo, sino comenzó a citar en calidad de imputados a varios funcionarios del Estado y cercanos a ellos, por casos de corrupción, algo que indicó la ha convertido en una figura incómoda para el oficialismo.
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El presidente Nicolás Maduro ha acusado a Ortega de traicionar la Revolución del presidente Hugo Chávez y de ser cómplice de un plan de Estados Unidos para derrocarlo.