"No existe ni una sola razón inmediata ahora mismo para adoptar estas sanciones. Todas las investigaciones y comprobaciones sobre la supuesta injerencia y los ataques informáticos por parte de Rusia durante las elecciones estadounidenses todavía continúan. En este escenario, las nuevas sanciones son más bien contraproducentes", advierte Hickel.
"Es una provocación dirigida contra Trump", considera el analista, quien añade que las sanciones "son la manifestación de las pretensiones imperialistas de Estados Unidos".
"Siguiendo su estrategia de 'America First' —'América es lo primero', en español—, ahora tienen que reforzar las exportaciones estadounidenses, sobre todo en el sector energético. De esta forma, se espera tirar por tierra el proyecto Nord Stream 2 entre la Unión Europea y Rusia", concluye.
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Ahora mismo, el desacuerdo entre la UE y EEUU en el tema de las sanciones antirrusas es total, concluye Hickel.