Un inversor anónimo ha vendido 262 millones de opciones de venta ('puts' en inglés) en el VIX. El VIX es un índice que mide la volatilidad del mercado y cuyas cifras aumentan cuando hay miedo y pesimismo. El inversor ha vendido todos esos 'puts' de forma que caduquen en octubre —en otras palabras, de manera que solo se puedan comprar hasta ese mes— y les ha impuesto opciones de compra ('strikes', en inglés) a 12 dólares, informa Business Insider.
El esquema anterior no ha sido ideado por este inversor. Es el utilizado cada vez que se espera que las cosas comiencen a empeorar en los mercados.
Si la jugada de este inversor sale bien —una jugada que se podría comparar con lanzar la caña al mar con un suculento anzuelo que al final resulta no serlo tanto— se hará en octubre con 262 millones de dólares.
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Que nos encontramos en el centro de una de las burbujas más graves del mercado de inversiones de la historia de Estados Unidos es algo que, primero, no es ningún secreto y, segundo, que durante los últimos años la crisis de la deuda estadounidense ha ido vaticinando.
David Stockman, un reconocido hombre de negocios y antiguo político estadounidense, añade que "la Reserva Federal de Estados Unidos junto con los bancos centrales nacionales han acabado con la estabilidad de los precios en todo el mundo" y que "han convertido los mercados financieros internacionales en barra libre para la especulación salvaje".
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"Nadie en su sano juicio diría que [lo que está pasando] tiene sentido. Al igual que pasó en los años 2000 y 2008, esta burbuja económica en el mercado de valores también nos conducirá a una tragedia", dicen en Vesti Finance.
Los bancos centrales deciden cuándo nos vamos a pique
Si deciden continuar lanzando miles y miles de millones de dólares en los mercados financieros internacionales, explica Vesti Finance, entonces esta burbuja podría seguir sin explotar durante mucho tiempo.
Pero si en algún momento los bancos nacionales deciden dejar de suministrar oxígeno de manera artificial a los mercados, aquellos que hayan apostado fuerte contra ellos como este inversor anónimo pueden hacerse muy, muy ricos.