"El coqueteo de Estados Unidos con los grupos armados sirios puede tener consecuencias militares y políticas imprevisibles", dijo el portavoz adjunto del Ministerio ruso de Exteriores, Artiom Kozhin.
La Casa Blanca por ahora no ha confirmado ni desmentido estos informes.
"En reiteradas ocasiones hemos achacado a los estadounidenses su promiscuidad con los grupos con los que contacta en Siria para conseguir sus intereses geopolíticos", indicó Kozhin.
"Es incomprensible por qué el Pentágono no toca a Al Nusra durante sus operaciones", subrayó.
Kozhin constató que gran parte de los rebeldes que los estadounidenses entrenaron al final se unieron a Daesh (grupo autodenominado Estado Islámico y prohibido en varios países, incluida Rusia).
"No es más que una repetición de los experimentos en Afganistán y Libia cuyas consecuencias evidentes ya todos conocemos", agregó.
Sin embargo, sostuvo, la primera reunión que los líderes de EEUU y Rusia sostuvieron en la cumbre del G20 en Hamburgo demostró que Trump comprende que los dos países pueden lograr muchos avances en el asunto sirio si unen sus esfuerzos.
Moscú espera, apostilló, que esto "cimiente la base para avanzar en otros ámbitos".
Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto armado en el que las tropas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y a organizaciones terroristas.
Los enfrentamientos han dejado entre 300.000 y 400.000 muertos, según estimaciones de la ONU.