"Las protestas se hacen pero la caravana va pasando, no tengo duda (…) Si hicimos esto en 14 meses (en alusión a todas las reformas aprobadas), imaginen lo que haremos en otro año y medio de Gobierno", aseguró el presidente en la ceremonia de sanción de la reforma laboral, en el Palacio del Planalto (sede del Gobierno).
El texto fue aprobado por la Cámara de los Diputados en abril y por el Senado el pasado martes, con 50 votos a favor y 26 en contra.
La reforma se aprobó luego de una protesta de cinco senadoras de la oposición que intentaron bloquear la votación ocupando la mesa de la presidencia del Senado durante horas.
Con la nueva reforma la negociación entre empresas y trabajadores prevalecerá sobre lo que marcan las leyes en puntos como la división de las vacaciones, la flexibilización de la jornada, la participación en los beneficios o la distribución de las horas extra.
El Gobierno se defiende argumentando que la nueva reforma ayudará a generar empleos, mientras los críticos consideran que se recortan derechos básicos conquistados en las últimas décadas y que los cambios en las leyes laborales provocarán un aumento de la precariedad.