"Los Gobiernos locales en general prefieren creer que la región está pasando por un período de sequía temporal y existen mejores perspectivas de futuro para la disponibilidad de agua", asegura el autor principal del estudio, Sevag Mehterian, de la Escuela Rosenstiel de la Universidad de Miami.
A estas conclusiones han llegado los geólogos y meteorólogos mediante el análisis de la composición de las estalagmitas en la cueva Qale Kord, en el norte de Irán.
Los investigadores de la institución utilizaron dos estalagmitas para reconstruir los recursos hídricos existentes en Oriente Próximo hace más de 130.000 años.
"Tomamos lo que hemos aprendido del clima pasado y lo aplicamos para entender mejor qué esperar en el futuro del estado actual del cambiante clima global", expresó el coautor del estudio, Ali Pourmand.
Los científicos concluyeron que el clima en la región de Oriente Próximo ha estado estrechamente ligado al de la región del Atlántico Norte entre los últimos 70.000 y 130.000 años.
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También observaron una estrecha conexión entre la disponibilidad de agua y la insolación solar (energía de radiación solar recibida sobre una superficie dada en un tiempo determinado) que, por lo visto, no regresará a valores altos hasta dentro de 10.000 años.