"Creo que el presidente (Trump) está completamente enfocado en las vías para salir de algo que podría convertirse en un desacuerdo inextricable con Rusia", dijo el secretario de Estado.
El secretario insistió que "se trata de un asunto grave".
Tillerson afirmó que Washington quiere que Moscú se comprometa a no intervenir en los asuntos de EEUU.
"Acordamos continuar las discusiones al respecto, de cómo podemos obtener compromisos de que el Gobierno ruso no tiene la intención ni va a intervenir en nuestros asuntos en el futuro", dijo.
Esta campaña de influencia, según el informe, habría sido aprobada al más alto nivel e incluyó hackeos, filtraciones y uso de medios de información y redes sociales pero no repercutió en el conteo de votos.
Actualmente el Congreso estadounidense y el FBI llevan a cabo investigaciones independientes sobre la "implicación rusa" en las últimas presidenciales pero no han presentado hasta la fecha ninguna prueba que confirme la responsabilidad de Moscú en esos supuestos ataques informáticos.
Respecto a las acusaciones de injerencia en las elecciones de EEUU, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, las calificó de "infundadas".
Por su parte, el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, dijo que no hay prueba que apoye las supuestas injerencias en las elecciones de EEUU, Francia o Alemania.
El presidente ruso, Vladímir Putin, reiteró el pasado junio que Rusia no está implicada en ciberataques a nivel estatal.