Ante esta situación, "España condena en los términos más enérgicos el uso de armas químicas en cualquier circunstancia" pues constituye "un crimen de guerra prohibido por el Derecho Internacional".
"Es imperativo el inmediato cese de los ataques con armas químicas en Siria, y sus responsables deben ser identificados para que rindan cuentas ante la justicia", señala el Ejecutivo español.
España también reitera su apoyo a la OPAQ, y al trabajo que vienen desarrollando sus Equipos de Investigación y el Mecanismo de Investigación Conjunto OPAQ-Naciones Unidas que, en cumplimiento de su mandato, deberá investigar estos hechos para atribuir la responsabilidad de los mismos.