Unidades de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS, milicias kurdo-árabes) se vieron obligadas a retroceder tras encarnizados combates con los yihadistas.
En 2014, el Ejército sirio perdió el control sobre toda la provincia homónima.
Las Fuerzas Democráticas Sirias —una alianza de milicias kurdas y árabes que se opone a Damasco— comenzó en noviembre de 2016 una operación para recuperar el control de Al Raqa, principal bastión de los terroristas en el norte de Siria en los últimos tres años.
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Las FDS cuentan con el apoyo aéreo de la coalición internacional de más de 70 países, con EEUU al frente, que bombardea desde la segunda mitad de 2014 las posiciones de grupos terroristas en Irak y Siria, en esta última sin el consentimiento de su gobierno legítimo o la autorización del Consejo de Seguridad de la ONU.
Para finales de este junio, Daesh controlaba en Irak y Siria un área de 36.200 kilómetros cuadrados, un 40% menos que a principios del presente año y un 60% por debajo de la primera estimación hecha en 2015, según un informe de Conflict Monitor, grupo de análisis que forma parte de la empresa IHS Markit.
Expertos del grupo pronostican que el 'califato' acabará por desintegrarse este año y quedará reducido a varias áreas urbanas que serían recuperadas a lo largo de 2018, pero intentará compensar las pérdidas territoriales con la intensificación de la campaña de ataques terroristas en el extranjero.