Estos ultimátums, orquestados por EEUU, incluyen la ruptura de vínculos con Irán y con el movimiento Hermanos Musulmanes, además del desmantelamiento de la base militar otomana en suelo catarí. El objetivo es imponer condiciones a Doha, opina Hasán Hanizade, exdirector de la agencia de noticias iraní Mehr News.
"Si se produce un hipotético enfrentamiento militar entre Arabia Saudí y Catar, todos los países de la región participarán en él. No obstante, Riad entiende perfectamente que no puede luchar contra Catar, por un lado, y seguir con las guerras en Yemen y Siria, por el otro. Es poco probable que abran un nuevo frente contra Catar", expresó el politólogo.
El entrevistado recalcó que el propio Catar tampoco irá a la guerra. En su lugar, llevará a cabo una política equilibrada y estará atento a contrarrestar las acciones saudíes en las condiciones adecuadas.
Teatro de títeres
De acuerdo con el analista, EEUU está orquestando este 'juego'. Hanizade recordó que el presidente norteamericano, Donald Trump, firmó contratos militares por valor de miles de millones de dólares con Riad, y ahora utiliza la presión saudí para obligar a Doha a comprar armas.
"Los cataríes entienden que el titiritero de la agresión de los países árabes contra Catar es Estados Unidos, cuya única meta es presionar a Doha para firmar contratos militares y satisfacer así a Washington", concluyó.