La cartera de Estado calificó al acontecimiento como "una de las noticias más importantes para el mundo científico" debido a la importancia "de la rana jambato negro de páramo", señala un boletín de la entidad difundido este 28 de junio.
Este anfibio llegó al Centro Jambatu de Investigación, ubicado en Quito, en abril de 2016 luego de ser encontrada, tras 28 años, en "un lugar recóndito del país".
Según la descripción científica, el jambato macho mide hasta 38 milímetros de longitud, mientras que la hembra llega a los 43 milímetros, su dorso y flancos son de color "negro azabache, con pequeñas verrugas redondas".
El responsable de la cartera de Ambiente, Tarsicio Granizo, felicitó la reproducción de dos especies amenazadas: "la jambato negro de páramo y la arlequín triste (en el Bioparque Amaru, al sur del país)".
"Es necesario destacar que este tipo de eventos va más allá de la conservación, proteger a los anfibios e investigar sus recursos genéticos significa generar potenciales fármacos para contrarrestar enfermedades y otros aplicativos biomédicos", afirmó el funcionario.
Granizo destacó que este tipo de actividades apuntalan la bioeconomía "como una práctica que aporta en el desarrollo de las sociedades y su productividad".
Los socios técnicos y científicos son el Centro Jambatu de Investigación y Conservación de Anfibios, la Universidad Regional Ikiam y el Bioparque Amaru.