La idea de reanudar la fabricación de los temibles F-22 —los primeros cazas de quinta generación en servicio activo de cualquier Ejército— circulaba en el Congreso de EEUU hace un año, cuando las deficiencias y problemas del programa de sus sucesores más ligeros, pero más modernos, los F-35, se hicieron evidentes.
El informe sobre la viabilidad de esta decisión fue preparado por la rama aérea de las Fuerzas Armadas de EEUU, y su veredicto no resultó optimista, recopila el portal Military citando a las fuentes militares.
El coste exorbitante
Cualquier planes de devolver la vida a los Raptor 'se estrellan' contra la pared de un precio prohibitivo, destaca el medio.
La misma Fuerza Aérea, por su parte, se opuso desde el inicio a la iniciativa, optando por la 'fusión' de los F-22 existentes con los F-35 para aumentar la capacidad de combate conjunta.
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¿Tecnologías anticuadas?
El F-22 realizó su primer vuelo en 1990 y entró en producción en serie en 2005. Debido al largo tiempo transcurrido desde la concepción a la finalización del proyecto, las tecnologías del caza, aunque todavía superiores a la generación anterior, ya muestran rastros de antigüedad, opina el experto militar Dave Majumdar en su artículo para The National Interest.
Finalmente, las tecnologías aeronáuticas no han estado estáticas durante todo este tiempo: el F-22, aunque pionero en muchos aspectos, "quedará totalmente obsoleto ante las amenazas para el año 2030", valora Majumdar, citando los proyectos de los cazas PAK FA (Rusia) y J-20 (China), que ya incorporaron los avances aeronáuticos modernos.
Fantasmas de modernización
Otro enfoque estudiado fue una modernización del proyecto del F-22 y la fabricación de los cazas actualizados.
La empresa de análisis Rand estudió en 2010 las posibilidades de lanzar la producción de los 'nuevos' Raptor, estimando el precio de 75 aviones en unos exorbitantes 20.000 millones, sin contar los gastos en la formación de obreros, introducción de las nuevas tecnologías furtivas y la capacitación de pilotos adicionales.
"No van a producir el mismo caza que antes, y por eso el precio aumenta. ¿Quieren un nuevo avión 'antiguo' o un nuevo avión mejorado?", comentó un analista en materias de defensa entrevistado por el portal Military.
Así, el informe da por cerrada la cuestión de qué avión será el pilar de la Fuerza Aérea de EEUU en los años venideros: el F-35, lastrado por su parte por sobrecostes y varios problemas técnicos.
A pesar de todo, EEUU promueve activamente los F-35 en los mercados de sus aliados, buscando compensar el enorme precio del programa y de cada unidad individual.
En cuanto a los F-22, el rechazo a dar una segunda vida a estas aeronaves significa que, de hecho, los pioneros de la quinta generación de los cazas de combate se enfrentan por primera vez con la noción de 'obsolescencia'.
A ver cómo será 'la primera golondrina' de la futura sexta generación.