Según trascendió a los medios, Arabia Saudí, Egipto, Emiratos Árabes Unidos y Bahréin entregaron a Catar, a través de Kuwait, una lista de exigencias para levantar el aislamiento diplomático.
"La base en Catar garantiza la seguridad de la región", dijo al precisar que no recibieron ninguna solicitud para cerrarla pero que en caso de recibirla sería un claro caso de "injerencia (de terceros países) en las relaciones bilaterales (entre Catar y Turquía)".
Precisó que la función de la base es "la formación de militares cataríes" y que no planean "revisar este acuerdo", en referencia al acuerdo de cooperación en materia de seguridad firmado entre los dos países en abril de 2016.
Al bloqueo diplomático se sumaron posteriormente Libia, Yemen, Maldivas, Mauritania y Comoras, también Jordania y Yibuti decidieron rebajar el rango de las relaciones diplomáticas con Catar, y Chad y Senegal llamaron a consultas a sus embajadores en Doha.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, declaró que Ankara no apoya el aislamiento de Catar, continuará desarrollando las relaciones con este país y hará esfuerzos para resolver la crisis a través del diálogo.