La formación de un par compuesto de excitonos —otra cuasipartícula que se forma cuando un semiconductor absorbe luz— y polaritonos a temperatura ambiente —cuando hasta ahora solo se había podido conseguir a temperaturas cercanas a cero grados centígrados—y su capacidad para propagarse son importantes, puesto que abren la puerta a ser utilizados en multitud de situaciones, explica Fei.
Fei y sus colegas fueron capaces no solo de observar con sus propios ojos cómo se comporta un polaritono, sino también de medir algunas de sus propiedades físicas. Así, los investigadores afirman que pueden recorrer una distancia increíble para tratarse de una cuasipartícula —cerca de 12 micrómetros—.
Gracias a esta cualidad, algún día los excitones-polaritones se podrán utilizar para crear circuitos nanofotónicos que puedan sustituir los circuitos electrónicos que se emplean en nuestras computadoras.
Casi todos los físicos creen que la luz se comporta a la vez como partícula y como onda electromagnética. Sobre la base de esta suposición se han diseñado muchas de las tecnologías que utilizamos hoy en día.
No obstante, Fei pone de relieve que serán necesarios más estudios para poder entender mejor la naturaleza de su comportamiento. "Necesitamos investigar más la física detrás de los excitonos-polaritonos y cómo se pueden manipular estas cuasipartículas", concluye el experto.
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