"Soy Muhamad Heir Daqneesh, el padre de Omran. Fuimos acosados por los rebeldes y por los problemas provocados por su propaganda. Mi hijo se encuentra bien. Solo fueron un par de heridas", aseguró el progenitor durante una entrevista a Ruptly.
"Nos encontrábamos en casa, como ahora. Y Omran y yo estábamos con nuestros móviles. Entonces se produjo el bombardeo aéreo. (…) Los rebeldes empezaron a grabar a Omran cuando yo estaba en casa. Salí y pregunté: '¿Dónde están los niños?'. Y me dijeron que estaban en el hospital.
Me llevaron allí en ambulancia. Le vendaron la cabeza a Omran y se lo llevaron allí para sacarle fotos", contó el padre del menor.
Tras la liberación de Alepo, la familia del pequeño logró volver a su casa.
"Ahora la situación está mejorando. El Ejército está llevando a cabo la ofensiva y liberando nuevos territorios. Hemos podido volver a nuestras casas", comentó el padre del niño.
En una entrevista al diario The Telegraph, Daqneesh declaró que sigue viviendo en Alepo y apoya al presidente sirio, Bashar Asad. El padre de Omran acusó a los medios de comunicación de "comerciar con el sufrimiento" de su hijo y usarlo para atacar al Gobierno de Damasco.
Posteriormente, el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Ígor Konashénkov, explicó que la naturaleza de las destrucciones, grabadas en vídeo en el lugar de la explosión, indica el uso de minas o tanques de gas. Los grupos terroristas emplearon estas armas contra el Ejército y los civiles.
Konashénkov recordó que el Ministerio subrayó en repetidas ocasiones que los aviones de las Fuerzas Aeroespaciales rusas que operan en Siria nunca actúan contra los objetivos dentro de las zonas habitadas por civiles.