"No tengo la intención de ofender a nadie, pero EEUU se inmiscuye en las campañas electorales en todo el mundo", dijo Putin en una entrevista con la televisión estadounidense NBC.
"Por tanto, si alguien —no digo que seamos nosotros, nosotros no nos inmiscuimos [en las elecciones estadounidenses]— intenta influir o interferir en estos procesos, EEUU es el último que debería ofenderse", expresó el jefe del Kremlin.
Además, según Putin, "los presidentes vienen y van, cambian los partidos en el poder, pero el rumbo político fundamental sigue siendo el mismo".
"A nosotros realmente nos da igual quién esté al mando en EEUU, ya que sabemos más o menos qué va a ocurrir, e incluso si quisiéramos interferir, no tendría ningún sentido", explicó el presidente ruso.
"Estamos preparados a escuchar a nuestros socios, a hacer caso a sus evaluaciones siempre y cuando se hagan de forma benevolente y persigan mejorar los contactos", dijo Putin.
Sin embargo, "es inadmisible que ello se utilice como una herramienta de lucha política".
"Quiero que todos lo tengan claro, así es nuestro mensaje", enfatizó Putin.
Las informaciones sobre la presunta intromisión de Rusia en las elecciones presidenciales de EEUU no tienen fundamento alguno, enfatizó el presidente ruso.
Putin añadió que las personas en EEUU que se empeñan en acusar a Rusia "están equivocadas y no analizan debidamente la información" disponible.
El expresidente estadounidense Barack Obama ya no está tan convencido de la presunta interferencia de Moscú en las elecciones de EEUU, afirmó Putin.
"Cuando lo discutimos con el (ex)presidente Obama (…) vi que comenzó a dudarlo, por lo menos fue algo que vi yo".
Añadió que examinó esta cuestión, además de Obama, con "algunos otros funcionarios" y que "nadie presentó ninguna prueba directa" de la supuesta intromisión rusa en las presidenciales estadounidenses de noviembre pasado.
"La Constitución de EEUU y su legislación electoral hacen posible que voten por un candidato más miembros del Colegio Electoral aunque en realidad representen a un número menor de electores", observó el mandatario.
Comentó que "es algo que ocurre de vez en cuando en la historia de EEUU".
"Por eso, si hablamos de la justicia política y social, deberían probablemente modificar su legislación electoral de tal manera que se elija al jefe de Estado mediante un sufragio directo y secreto y con un escrutinio directo y controlable", dijo Putin.
Rusia en ningún momento contactó en secreto con los equipos de los candidatos a la presidencia de EEUU, ni intentó establecer canales de comunicación, aseveró el presidente.
"Rusia no tuvo ningún canal de comunicación con ninguna de las sedes de los candidatos a la presidencia de EEUU. En absoluto. Moscú no estableció ningún canal de comunicación ni contactó con nadie".
Las informaciones de que Rusia presuntamente tiene datos comprometedores sobre el presidente de EEUU, Donald Tump, son un disparate, declaró Vladímir Putin.
"Es nada más que otra tontería. ¿De dónde tendríamos estas informaciones? ¿Acaso teníamos algunas relaciones especiales con él? No existe ninguna relación. Visitó Moscú en su tiempo y ni siquiera nos reunimos", dijo Putin.
"Son inversores, dirigentes de las mayores empresas estadounidenses que están interesados en cooperar, y damos la bienvenida a cada uno de ellos, consideramos que son nuestros amigos y aportaremos a que realicen sus planes en Rusia, a que trabajen aquí con éxito y de forma rentable", dijo Putin.
Acto seguido preguntó a Megyn Kelly de la NBC: "¿Acaso cree usted que estemos recopilando materiales comprometedores sobre cada uno de ellos? Es una locura".
Un documento anónimo que dice que ciertos "agentes rusos" disponen presuntamente de datos comprometedores sobre Trump fue publicado en enero por el portal BuzzFeed.
El presidente de EEUU subrayó, además, que la inteligencia estadounidense reconoció que el documento difundido por BuzzFeed es falso y que el portal responderá por su publicación.
Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo que los datos sobre la presunta información comprometedora contra Trump en manos de Moscú son "un bulo total, una falsedad y toda una tontería".
En EEUU se observan intentos de utilizar el trabajo del embajador ruso, Serguéi Kisliak, para atacar al presidente Donald Trump, declaró el mandatario ruso.
"No hubo ninguna 'sesión'. Cuando lo ví [las informaciones al respecto] me quedé boquiabierto", dijo el mandatario ruso.
"Para mí es algo muy sorprendente: ustedes inventaron de la nada una noticia bomba y la convirtieron en una herramienta de lucha contra el presidente actual [Trump], ustedes, creo, son muy ingeniosos, y a lo mejor están aburridos", dijo Putin.
El periódico The Washington Post informó a finales de mayo que el yerno y asesor de Donald Trump, Jared Kushner, habría planteado a Kisliak la creación de un canal secreto y protegido para las comunicaciones entre Moscú y Washington.
A la reunión también asistió el ya exasesor de Seguridad Nacional de Trump, Michael Flynn, indica el rotativo, al destacar que el diplomático ruso quedó "desconcertado" ante la sugerencia de Kushner de utilizar la embajada o el consulado de Rusia para las comunicaciones secretas entre ambos Gobiernos.
Los medios estadounidenses comunicaron previamente que Kushner es objeto de una investigación del FBI en el marco del caso de los supuestos "vínculos con Rusia".
En particular, se acusó a Rusia de medrar en la campaña de 2016 organizando el ciberataque a los servidores del Comité Nacional Demócrata y la publicación a través de la plataforma WikiLeaks de los mensajes hackeados, que destaparon cómo la cúpula partidista había favorecido a Hillary Clinton en las primarias y buscado desacreditar a su rival Bernie Sanders.
El Gobierno de Rusia negó repetidamente esas acusaciones y el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, las calificó de "ridículas".
De momento, ambas cámaras del Congreso de EEUU están investigando la presunta intromisión de Rusia en las presidenciales estadounidenses.
Además, se ha designado a un fiscal especial para analizar los supuestos "vínculos" del presidente Donald Trump con Moscú, cuya existencia la desmienten tanto la Casa Blanca como el Kremlin.