Más temprano, una portavoz de la CIA, Heather Fritz Horniak, declaró a la televisión RT que la implicación de las fuerzas especiales rusas en la injerencia informática en los comicios estadounidenses es un "hecho establecido".
"Es un absurdo total y una tentativa de defenderse por parte de la CIA", manifestó Krutskij, quien ocupa también el cargo del representante especial de la Presidencia rusa para la cooperación internacional en materia de seguridad informática.
Krutskij explicó que una semana antes de las elecciones EEUU envió a Rusia una solicitud al respeto, y Moscú dio una "respuesta formal muy detallada" a los estadounidenses aún bajo la presidencia de Barack Obama.
Luego "todas las fuerzas de seguridad de EEUU, incluidos –según entiendo– la CIA y el FBI se calmaron y se mostraron satisfechas (…) con el hecho de que no se estableció ningún caso" de interferencia, aseguró el diplomático ruso.
De este modo, continuó, "el tema quedó cerrado", y semejante reacción de la CIA indica probablemente que la agencia "proyecta sobre sí la destitución del jefe del FBI, James Comey" e intenta "meterse en los juegos políticos estadounidenses usando métodos impropios y pretextos falsos".
Trump despidió a Comey la semana pasada en medio de informes de prensa que aseguraban que el jefe del FBI había solicitado más recursos para ampliar la investigación de los supuestos lazos entre Rusia y el mandatario y de la presunta interferencia rusa en las elecciones de 2016.
Las autoridades rusas han rechazado esas acusaciones en varias ocasiones, aseverando que son un intento de desviar la atención pública de los problemas domésticos de EEUU.