Estos dos ex altos cargos, Daniel Fried y Tom Malinowski, participaron de forma activa para elevar aún más la espiral sancionadora de Washington contra Moscú. Y es que la administración de Donald Trump se preparaba a levantar las sanciones contra Rusia tras su investidura, pero estos dos diplomáticos de carrera que eran parte del Gobierno anterior, opusieron resistencia a ese plan, según informó el portal Yahoo News.
Una de esas nimiedades son las sanciones, que violan el derecho internacional, y que no lograron poner de rodillas a la economía de Rusia. "Ahora ven que esto no funciona, que el efecto es cero", dijo Putin. Y lo fundamentó con datos: "la economía rusa entró en una nueva fase de crecimiento con un PIB en alza por tercer trimestre consecutivo".
Y para que el mundo pueda enfocarse en atacar los problemas que verdaderamente importan, es fundamental la normalización de las relaciones entre ambas potencias. Así, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, apeló a los empresarios estadounidenses para que ayuden a su presidente a salir de este callejón sin salida: "Ayúdennos a restablecer un diálogo político normal, me dirijo a la parte estadounidense y lo pido en nombre de Rusia: ayuden al jefe de la nueva administración, al presidente de EEUU", dijo Putin.
El analista internacional Juan Aguilar apoya las palabras del mandatario ruso, porque "ahora mismo no hay otro camino. Y es por una razón muy sencilla: por los intereses. El empresariado, por su propia lógica interna, no mira tanto las concesiones geopolíticas o una cuestión ideológica. Mira al final su cuenta de beneficios, es decir, los resultados económicos: para eso son empresarios. Gestionan inversiones multimillonarias. Evidentemente el empresariado no va a cambiar de ideología, ni va a poder resolver la contradicción geopolítica, pero sí va a buscar su beneficio. Y en esa búsqueda del beneficio puede abrir grietas en ese muro que se está conformando", advierte el analista.
Lo cierto es que todas las estrategias de Occidente para acorralar a Rusia responden a la creciente rusofobia que tienen su origen en "que se está estableciendo un mundo multipolar, lo que no le gusta a los monopolistas".
Al respecto, Juan Aguilar explica que en Occidente hay una contradicción monopolar-multipolar que es la que domina la geopolítica actual. Hay una serie de países, unos más grandes y otros más pequeños, con diferentes sistemas de Gobierno y diferentes ideologías dominantes, religiones, culturas y demás, que se encuentran en el mismo barco del mundo multipolar".
El analista opina que "las sanciones económicas, no sólo son contrarias al derecho internacional, sino también a la ideología que pretenden sostener los mentores del mundo monopolar: evitar interferir, torpedear, sabotear el mercado libre, el mercado internacional, porque precisamente en eso han basado toda su ideología: en la globalización económica, cultural, mediática, política.
"Esto se contradice con las actitudes y las medidas políticas que luego toman, como por ejemplo las sanciones, los bloqueos, las prohibiciones de desarrollar determinados materiales o mercaderías, el poner cortapisas al libre comercio, al libre intercambio de productos, capitales, mercancías y personas. La contradicción aquí es palpable. Y esta contradicción lleva a un colapso de la situación", concluye Juan Aguilar.