Según Krútikov, el pretexto formal para acabar con la progresión de las tropas de Asad podría ser un conflicto fronterizo con un tercer país. Pero en esta ocasión, el 'villano' ya no sería el presidente sirio, sino Irán.
El periodista apunta a que la coalición proestadounidense en Irak no está contenta con el hecho de que una parte significativa de la frontera entre Siria e Irak haya sido tomada por formaciones chiíes. Bagdad lo ve como un plan de Irán, que supuestamente pretendería organizar un corredor militar entre las fuerzas chiíes y su territorio a través de Irak y Siria. Según esta teoría, Teherán perseguiría mejorar sus posiciones de cara a la próxima ronda de negociaciones de paz en Astaná o Ginebra.
Según Krútikov, esta clase de temores geopolíticos son habituales en la región de Oriente Próximo, donde Ankara también plantea quejas similares en cuanto a los grupos kurdos.
"La aparición de este tipo de informaciones es característica del pensamiento local. Podría tener un grave impacto en la visión europea de lo que está sucediendo y desembocar en una intervención [por parte de la coalición encabezada por EEUU]", advierte el periodista.
"En realidad, el plan para trasladar tropas iraníes a través de los dos países con un objetivo indefinido no tiene sentido. Mientras tanto, la recuperación del control de Damasco sobre una gran parte de las fronteras nacionales de Siria sí es posible y concebible", concluye.