En la época de la URSS, esta emisora tenía un marcado carácter anticomunista. Actualmente, Radio Liberty pertenece a la agencia Broadcasting Board of Governors (BBG) y se dedica a "oponer resistencia a la propaganda rusa en los países postsoviéticos".
Tras realizar una inspección, el ente publicó un informe en el que se destaca que el presupuesto de la emisora pasó de los 93 millones de dólares en 2014 a los 108 en 2016.
Otra de las irregularidades detectadas es que al menos 449 empleados de Radio Liberty rechazaron firmar sus declaraciones de ausencia de conflictos de intereses para su ejercicio profesional y tampoco revelaron sus datos financieros, tal y como exige la legislación de EEUU.
El proyecto presupuestario para 2017, presentado por la BBG al Congreso, recoge que "en este mismo año, Radio Liberty planea incrementar la financiación para el canal ruso Nastoyashee Vremya, que debe ofrecer a las personas rusohablantes una alternativa a la propaganda del Kremlin en el espacio postsoviético".
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De acuerdo con el portal ruso Life, los resultados de la inspección realizada por la Oficina del Inspector General del Departamento de Estado de EEUU pueden evidenciar no solo la presencia de serios problemas relacionados con la disciplina financiera en los medios de comunicación gubernamentales de EEUU, sino que también pueden ser síntoma de un cambio en el enfoque de esta Administración por lo que respecta a la financiación de varios proyectos de política exterior.