"Rusia sigue una intensa militarización en las fronteras orientales de la Alianza, donde ubica armas tácticas y practica escenarios dirigidos contra Occidente (…), esa conducta agresiva y poco predecible obliga a la OTAN a reaccionar de manera adecuada ante la amenaza existente y a aumentar su capacidad de defensa", cita a la mandataria el servicio de prensa del palacio presidencial lituano.
La líder lituana llamó a la OTAN a desplegar un mayor número de armas en el este de Europa.
Poco antes el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, advirtió que las acusaciones de Lituania de que las maniobras Zapad 2017 amenazan a Vilna son una muestra evidente de rusofobia.
'Occidente 2017': los ejercicios militares ruso-bielorrusos que preocupan a la #OTAN — #Rusia #Bielorrusia https://t.co/9lF8ja4Pof pic.twitter.com/jTOB8DwbGh
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 14 февраля 2017 г.
El presidente de Bielorrusia, país que participará en los ejercicios, subrayó que a los mismos estarán invitados los observadores internacionales, entre ellos los de la OTAN.
Durante la cumbre de la OTAN celebrada en julio de 2016 en Varsovia, la Alianza aprobó un incremento sin precedentes de su presencia militar en el este de Europa al decidir emplazar cuatro batallones multinacionales —de 600 a 1.000 militares cada uno— en Estonia, Letonia, Lituania y Polonia.
La OTAN explica que el envío de los batallones se debe a la "preocupación por las acciones agresivas de Rusia".
Paralelamente, la Alianza sigue desplegando armas antimisiles de EEUU en Europa.
Moscú sostiene que el despliegue de estos contingentes cerca de su frontera supone una amenaza a su seguridad, además de ser medidas provocativas que carecen de fundamento real, al no existir acción agresiva alguna por parte de Rusia.