En el Día de Jerusalén los israelíes conmemoran su victoria en la Guerra de los Seis Días, en 1967, cuando Israel ocupó Gaza, Cisjordania, Jerusalén este, la península egipcia del Sinaí y los Altos del Golán sirios.
En esta jornada, miles de israelíes llegan a Jerusalén de diversos puntos del país y también de los territorios palestinos ocupados.
"Este es el día que ganamos la guerra, cuando los Estados árabes intentaron matarnos. En este día, Dios nos devolvió nuestra tierra y lo celebramos. Vamos a hacer una marcha hasta el Monte del Templo (Explanada de las Mezquitas) y a bailar", dijo a Sputnik Amihai, un judío ultraortodoxo que estudia en una yeshiva (escuela religiosa) de Jerusalén.
"Hoy es un día muy emocionante para nosotros, lo es cada año, pero este más porque celebramos el 50 aniversario de la reunificación de Jerusalén. He hecho el mismo recorrido que hicieron nuestros soldados en 1967, entraron por la Puerta de Damasco y fueron hasta el Kotel (Muro de las Lamentaciones, lugar sagrado para los judíos)", explicó a Sputnik Moshe, un israelí de 30 años que llegó de Francia hace diez.
"Caminando hoy por las calles de la Ciudad Vieja me he sentido como si caminara por aquí con el rey David hace más de 2.000 años", señaló Moshe.
El despliegue de las fuerzas de seguridad para el Día de Jerusalén es siempre muy amplio, pero este año lo ha sido más que nunca y se han cortado varias calles entre las 3 de la tarde y las 9 de la noche.
"Este año la celebración es diferente a otros años, en esta ocasión va a ser masiva, hay unas 60.000 personas, más que nunca, y hemos permitido que entren por más de un lugar en la Ciudad Vieja", indicó el portavoz de la policía israelí, Micky Rosenfeld, en la Puerta de Damasco, el principal acceso por el que los participantes en la marcha entraron en la Ciudad Vieja.
La Puerta de Damasco es el principal acceso al barrio musulmán, donde viven y tienen sus comercios centenares de palestinos.
Un grupo de jóvenes palestinos desafiaba a los miles de israelíes que entraban por la Puerta de Damasco y los miraba pasar. "No tenemos miedo, no queremos meternos en casa ni irnos, estamos en nuestra calle, vivimos aquí y nadie nos va a echar", comentó Ahmad a Sputnik.
Antes de que empezara la gran marcha, activistas israelíes contrarios a la ocupación y palestinos protestaron en la explanada del majestuoso acceso, pero fueron violentamente evacuados por la policía.
Delante del Ayuntamiento de Jerusalén, otro reducido grupo de activistas israelíes se manifestaba en contra de la llamada Marcha de la Bandera que iba hacia la Ciudad Vieja.
"Estamos en contra de esta marcha de los derechistas y venimos a protestar porque es un acto de odio y racismo. Pasa por el barrio musulmán de la Ciudad Vieja y obliga a los palestinos a cerrar sus tiendas", declaró a Sputnik Hila Aloni, portavoz del movimiento judío-árabe "Standing together".
"Los que desfilan son violentos y nos oponemos a esta violencia, celebran la unificación de Jerusalén y la ciudad no está unificada, está ocupada, la parte este está ocupada (por Israel) y pertenece a los palestinos", subrayó Aloni.