"Si la situación en Oriente Próximo sigue inestable, esto beneficiará a Arabia Saudí, cuya empresa Aramco se está preparando para la primera colocación de acciones en el mercado. EEUU, por su parte, podría asegurarse un crecimiento de inversiones en las infraestructuras relacionadas con la energía debido a la subida de precios del petróleo", explicó la analista.
En términos de volumen de exportaciones de gas natural, Irán ocupa el primer lugar del mundo. Además, es el cuarto exportador de petróleo. El 60% de la población del país persa está compuesto de personas menores de 30 años, lo que indica un gran potencial de crecimiento.
Después de la celebración del acuerdo nuclear en 2016, muchas empresas extranjeras se dirigieron a Irán, entre ellas las surcoreanas. Si la situación en Oriente Próximo empeora bajo la influencia de EEUU, este hecho podría afectar a los ingresos de muchas compañías surcoreanas radicadas en Irán.
En este sentido, la diplomacia energética de EEUU tiene unas perspectivas de futuro muy amplias, por ejemplo, respecto a China, el mayor consumidor de gas en el mundo.
Algunos expertos opinan que el bombardeo del Ejército de EEUU contra Siria durante las negociaciones entre Estados Unidos y China al más alto nivel fue no solo una presión sobre Siria, sino también una señal para el gigante asiático.
"Se prevé a largo plazo que China se convierta en el mayor comprador de petróleo y gas iraníes. (…) Xi Jinping visitó por primera vez Irán en enero de 2016, tras el levantamiento del embargo y, durante aquella visita, se firmaron 14 memorandos en diversos campos de la economía y la industria", señaló Kim Yeolmae.
Según la analista, las partes acordaron implementar 17 proyectos conjuntos a gran escala durante los próximos 25 años, además de aumentar 11 veces el volumen de comercio bilateral, hasta 600.000 millones de dólares durante una década.
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Los pagos entre Rusia e Irán se realizan en rublos, y si Washington les quita a Teherán y Moscú gran parte del mercado de gas, esto supondría un doble impacto económico contra la esfera monetaria y el sector real.
Todas las acciones de EEUU —la amenaza a China con medidas comerciales y monetarias, la participación activa en la resolución del problema nuclear de Corea del Norte, la presión sobre Siria e Irán— podrían parecer un único proceso para promover el gas de esquisto en el mercado mundial.
"Es difícil decir si todo esto se hace para favorecer este escenario concreto. Lo que sí está claro es que detrás de cada una de estas acciones hay algo que subyace", comentó Kim Yeolmae al respecto.