"Como máximo en medio año tendremos una sentencia, ya sea para condenar o para absolver", dijo el pasado mes de marzo el coordinador de los investigadores de la Operación Lava Jato, Deltan Dallagnol.
Sin embargo, los especialistas en la materia apuntan que es complicado establecer una fecha para el fin de esta acción penal, que podría alargarse si se producen nuevas pruebas en la fase de instrucción complementaria que empieza ahora.
El inmueble, un tríplex ubicado en la playa de Guarujá (sureste) y valorado en más de un millón de dólares, sería una forma de agradecimiento de los empresarios por los favores prestados por Lula dentro de la trama corrupta de Petrobras.
Después del interrogatorio del 10 mayo el juez Moro abrió un plazo de cinco días para que fiscalía (Ministerio Público Federal) y defensa (los abogados de Lula) pidan nuevas diligencias o interrogatorios.
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Una vez entregadas, Moro tendrá alrededor de diez días para emitir su sentencia, pero ese plazo no es obligatorio sino orientativo.
En paralelo a los avances de este proceso judicial Lula tendrá que hacer frente a las otras cuatro causas por las que está imputado en el marco de la Operación Lava Jato.
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La operación Lava Jato arrancó en marzo de 2014 y destapó el mayor escándalo de corrupción en la historia de Brasil, una trama de sobornos alrededor de Petrobras.
Esta, a su vez, reveló otra red corrupta paralela en Odebrecht, la mayor empresa de construcción e ingeniería brasileña y una de las principales proveedoras de Petrobras.