"El capital político de Lula es inagotable, por eso aparece como líder en las encuestas de opinión; además, el Gobierno neoliberal de (Michel) Temer crea una contraposición muy fuerte, en el electorado surge una categoría nueva, la de los que tienen 'nostalgia de Lula'; es el contraste entre el momento más feliz de la historia brasileña y lo que se vive ahora", explicó a Sputnik el sociólogo y experto en la figura del expresidente Emir Sader.
Cuando Lula, fundador y líder del Partido de los Trabajadores (PT), dejó la presidencia en 2011 la economía crecía al 7,5%, el país gozaba de estabilidad y millones de brasileños habían salido de la extrema pobreza, dando lugar a una poderosa clase media.
Sader, que dirige el Laboratorio de Políticas Públicas de la Universidad Estadual de Río de Janeiro (UERJ) cree que el actual Gobierno conservador "favorece al 'petismo' y a Lula", porque ahora los brasileños perciben más nítidamente las diferencias entre las administraciones de izquierda y de derecha.
"Cuando Dilma Rousseff (también del PT) ganó las elecciones por una diferencia pequeña (en 2014) los beneficiarios de las políticas sociales del PT no tenían plena conciencia de que había mejorado su vida gracias a los gobiernos de este partido (…) Ahora perciben que los derechos conquistados están en juego por la instalación de un Gobierno totalmente opuesto", arguyó Sader, autor del libro "Diez años de gobiernos posneoliberales en Brasil. Lula y Dilma".
Es el favorito de los brasileños y ganaría las elecciones en el primer turno con un 30% de las intenciones de voto, según la última encuesta divulgada la semana pasada por el instituto Datafolha.
De hecho, amplió su intención de voto en las últimas semanas —antes rondaba el 25%—, a pesar de las nuevas revelaciones del caso Odebrecht, que lo apuntan como receptor de sobornos de esa empresa constructora que está en el epicentro de la trama de la Operación Lava Jato.
Tanto amor como odio
"El problema que él tendría para ganar es que su índice de rechazo supera el 50% (los brasileños que no le votarían de ninguna manera), por lo que en el segundo turno tendría muy difícil ganar; Lula tiene un electorado cautivo por el gran gobierno que hizo para los más pobres, pero se verá perjudicado por la elección en dos turnos", subrayó De Oliveira a Sputnik.
De Oliveira, experto en comportamientos electorales, cree que la declaración de Lula ante el juez Moro prevista para este miércoles será decisiva, porque el líder izquierdista aprovechará para presentarse como "víctima" de una persecución judicial y mediática, tal como viene denunciando.
"Hasta ahora los medios de comunicación brasileños fueron extremadamente negativos para él; si finalmente llega a ser candidato tendrá un tiempo para defenderse del que ahora no dispone", apuntó.
Para el analista aún es pronto para hacer hipótesis, ya que si finalmente es condenado por la justicia en este proceso que está en marcha, tendría que recurrir para poder ser candidato, ya que la ley de la "ficha limpia" no permite que políticos condenados aspiren a cargos públicos.
"Habrá que ver si consigue ser candidato o no; si lo detienen se convertirá en un mártir y sus posibilidades no disminuirán sino que aumentarán, todo está en juego", advirtió De Oliveira.
Los fiscales aseguran que ese apartamento de lujo fue un regalo que la empresa constructora OAS hizo a Lula y a su esposa a modo de soborno por los favores prestados dentro de la trama corrupta de Petrobras, aunque el expresidente lo niega y dice que el inmueble nunca fue de su propiedad.