Según The Jerusalem Post, el embajador Kemal Okem fue convocado en el Ministerio de Exteriores israelí a petición del primer ministro Benjamín Netanyahu, a raíz de las declaraciones del líder turco.
"Aquellos que sistemáticamente permiten violaciones de los derechos humanos en su propio país no deben dar lecciones a la única verdadera democracia de la región", dice el comunicado del ministerio israelí sobre las palabras del presidente turco.
Además, en la nota se afirma que Israel "defiende la libertad religiosa de los judíos, los musulmanes y los cristianos" y seguirá haciéndolo, independientemente de la "calumnia sin fundamento dirigida contra él".
El medio recuerda que, recientemente, Erdogan instó a que los musulmanes "visitaran con la mayor frecuencia posible la mezquita de Al Aqsa", situada en Jerusalén y considerada el tercer lugar sagrado del islam después de la mezquita Al Haram, en la Meca, y la mezquita del Profeta, en Medina.
"Tenemos que visitar la mezquita de Al Aqsa muy a menudo. Cada día que Jerusalén pasa bajo la ocupación es un insulto para nosotros", afirmó el presidente turco, en declaraciones a un medio local.
Además, Erdogan acusó a Israel de bloquear la libertad religiosa y expresó su fuerte oposición a la posibilidad de que Washington traslade su Embajada de Tel Aviv a Jerusalén.