Las negociaciones, que se celebran por iniciativa de Rusia, Irán y Turquía, buscan consolidar el alto del fuego declarado en Siria el 30 de diciembre e impulsar una solución política del conflicto que azota el país árabe desde 2011.
La anterior ronda de negociaciones en Astaná tuvo lugar el 14 y el 15 de marzo y a diferencia de las dos anteriores, en enero y febrero, no contó con la asistencia de grupos rebeldes.
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Esta vez, la oposición siria envió a Astaná una delegación presidida por Mohamed Alush, líder del grupo Yeish al Islam.