El diplomático indicó que los representantes del Estado Mayor ruso en las negociaciones "desmienten esta información y presentan datos de control objetivo que constatan que la aviación rusa no atacó estas zonas".
A juicio de Lavriéntiev, con este gesto la oposición armada busca "presionar a los países garantes y los participantes del proceso de Astaná para regatear condiciones más favorables".
El cuento de nunca acabar
De hecho, se está repitiendo la situación de la tercera ronda de las negociaciones en Astaná, celebrada el 14 y el 15 de marzo.
En marzo opinaron que para justificar aquello que a juicio de la Cancillería rusa era una "falta de voluntad de resolver los problemas", bastaba con apuntar a las infracciones de la tregua vigente a partir del 30 de diciembre.
El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, cuestionó ese razonamiento al destacar que lo principal era que "estas infracciones disminuyeron".
Mientras, el día del inicio de la tercera ronda de consultas en Astaná, 14 de marzo, los observadores rusos detectaron solo una violación de la tregua.
Al tomar en cuenta que la plataforma en la capital kazaja ostenta el objetivo de acabar con la violencia en Siria, los argumentos de la oposición armada sorprenden aún más.
Pero las consultas continúan
A pesar de que "algunos se esfuerzan para sabotear este proceso" de paz, según mencionó el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, los participantes de las consultas siguen trabajando para crear las condiciones para que el pueblo sirio pueda decidir de manera pacífica el futuro de su país.
Además, está cobrando forma la iniciativa rusa para crear cuatro zonas de distensión en Siria: en la provincia de Idlib, al norte de la ciudad de Homs, en Guta Oriental y en el sur del país.
Según explicó Lavriéntiev, la medida busca lograr "la separación de la oposición moderada de las organizaciones terroristas, sobre todo de Daesh y Frente al Nusra (ambas prohibidas en Rusia), y contribuir a una disminución significativa de los enfrentamientos armados entre la oposición armada siria y las fuerzas gubernamentales".
Además se espera el sello de un acuerdo sobre el intercambio de rehenes, un protocolo adicional para cumplir la tregua y un documento sobre el desminado de los monumentos del patrimonio cultural de Siria.
Todo ello confirma las palabras del enviado especial de la ONU a Siria, Staffan de Mistura, quien destacó un "avance notable" en el curso de las negociaciones, tras reunirse con representantes de la oposición siria y con la delegación de EEUU.
Mañana se hará un balance de las consultas de Astaná-4 que pretenden dar un impulso más hacia la solución siria, y dependerá solo de la propia oposición armada si formará parte de la reconciliación.