Se prevé que estas negociaciones se centren en la propuesta rusa para el establecimiento de cuatro zonas de distensión en Siria.
Será la cuarta ronda de las negociaciones sirias impulsadas inicialmente por Rusia y Turquía para incitar la solución política de la crisis en Siria paralelamente a las consultas auspiciadas por la ONU, que se celebran en la ciudad suiza de Ginebra.
"Nacimiento" de Astaná
Entonces, en la etapa final de la operación para liberar la ciudad siria de Alepo de los terroristas, Putin esbozó su visión de los siguientes pasos en la solución del conflicto.
Primero, evacuar a todos los radicales de Alepo y conseguir el cese de las hostilidades en la ciudad para que los civiles pudieran volver a sus hogares.
"La siguiente etapa es lograr un acuerdo sobre la tregua en todo el territorio sirio", dijo Putin, al indicar que para conseguirlo Rusia mantenía negociaciones con los representantes de la oposición armada con mediación de Turquía.
"No se trata de una plataforma competitiva para la de Ginebra, sino complementaria a las negociaciones" bajo los auspicios de la ONU, paralizados en aquel momento desde abril de 2016, explicó.
A lo largo de las siguientes semanas, el plan empezó a convertirse en la realidad: el 23 de diciembre de 2016 el ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigú, informó a Putin sobre el fin de la operación para liberar Alepo, tras lo cual los militares rusos iniciaron el proceso del desminado de la ciudad, y sus habitantes comenzaron a volver a la vida normal.
A partir del 30 de diciembre entró en vigor la nueva tregua en Siria, mediada por Rusia y Turquía, que se comprometieron a garantizarla y controlar su cumplimiento mediante una comisión mixta.
El 31 de diciembre el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó la resolución 2336 que apoya un paquete de iniciativas de Rusia y Turquía sobre la nueva tregua y la celebración de las negociaciones pacíficas en Astaná, dedicadas a la consolidación del nuevo alto el fuego.
La primera reunión
Fue la primera reunión en casi nueve meses en la que participaron la delegación gubernamental y los representantes de la oposición armada siria.
A la conferencia también asistieron diplomáticos de Rusia, Turquía, Irán, Kazajistán, EEUU y la ONU.
Los participantes de las negociaciones, así como toda la comunidad internacional, calificaron de exitosas las consultas que desembocaron en una declaración conjunta de Rusia, Irán y Turquía, en la que anunciaron la creación de un mecanismo tripartito para observar el alto el fuego.
Este gesto, según explicó el ministro ruso de Exterior, Serguéi Lavrov, tenía el objetivo de intentar "descubrir los puntos de convergencia, integrar los planteamientos que el Gobierno y representantes de la oposición han ido exponiendo a lo largo de los últimos años".
A la vez Rusia reiteró que no buscaba imponer nada con este proyecto y que son los propios sirios los que deben decidir su futuro.
El 6 de febrero en Astaná tuvo lugar el primer encuentro del grupo operativo trilateral, en la que representantes de Rusia, Turquía e Irán junto con expertos de Jordania y la ONU, examinaron cómo fortalecer el control de la tregua declarada en Siria a finales de 2016.
Astaná-2
El 15 y 16 de febrero, Astaná acogió por segunda vez en lo que va de año una reunión internacional sobre Siria.
Además de la delegación gubernamental y de la oposición, en la conferencia participaron representantes de Rusia, Irán y Turquía, y observadores de Jordania, EEUU y la ONU.
En las negociaciones también se logró formular un mecanismo para el intercambio de rehenes, sobre todo mujeres y niños y fijar los lugares para el intercambio de los fallecidos en combate.
Según el jefe de la delegación rusa, Alexandr Lavréntiev, las negociaciones no supusieron "un avance sustancial, pero sí un paso de avance".
A la vez la oposición siria expresó su insatisfacción por la decisión de incluir a Irán en la lista de los países que controlan la tregua.
Ronda boicoteada
A diferencia de las consultas anteriores, esta reunión se marcó por la ausencia de la oposición armada.
Al boicotear las consultas, los representantes de este grupo de opositores alegaron que a pesar de la vigencia de la tregua en el país árabe, las hostilidades en Siria continuaban.
El canciller ruso Lavrov, a su vez, destacó que "lo principal es que estas infracciones disminuyeron", y acusó a los países patrocinadores de la oposición de influir en su decisión de no participar en las negociaciones en Astaná.
Mientras, el día del inicio de las consultas en Astaná, el 14 de marzo, los observadores rusos detectaron solo una violación de la tregua.
En el segundo día de las negociaciones, dos atentados suicidas sacudieron a Damasco, provocando más de medio centenar de muertos.
Según las Cancillerías de Rusia y Siria, los atentados buscaban frustrar el proceso de reconciliación en el país árabe.
Al término de esta vuelta Rusia, Turquía e Irán confirmaron en una declaración conjunta donde se comprometían a propiciar la solución política en Siria y destacaron la importancia de Astaná-3 para el proceso de paz en Ginebra.
En el marco de estas consultas la delegación rusa se reunió con la delegación de EEUU, encabezada por el embajador de EEUU en Astaná, George Krol.
En la reunión también participó Martin Maxwell, funcionario del Departamento de Estado.
Los participantes del proceso de Astaná compararon sus visiones sobre la siguiente etapa de la resolución del conflicto sirio.