Según el desertor británico Stefan Aristidou, arrestado la semana pasada en Turquía después de haberse entregado a las autoridades, el grueso de los 250-300 connacionales suyos que se habían unido a los yihadistas se encuentra en Siria y "no son soldados de infantería, sino están encargados de los medios y la propaganda".
"Tienen un rol más importante", comentó Aristidou a The Telegraph.
Se casaron en Al Raqa. En febrero de 2016, Begum se quedó embarazada.
Más tarde, Aristidou se trasladó a Mosul —antes de que comenzara en octubre de 2016 la ofensiva para arrebatar la ciudad a Daesh— pero debido a unos desacuerdos con sus superiores, regresó a Al Raqa y en ese momento los terroristas le dejaron de pagar.
Aristidou confesó a The Telegraph que vivir con los yihadistas fue como "estar en la cárcel".
Había pasado semanas planeando su fuga, y finalmente su esposa y él escaparon con la ayuda de unos contrabandistas. Tras permanecer en la ciudad fronteriza siria de Azaz, el 20 de abril cruzaron a Turquía.
Todavía se desconoce si Aristidou será juzgado en Gran Bretaña o en Turquía, pero en caso de ser deportado, enfrentará cadena perpetua en su país.
Se estima que entre 850 y 1.000 británicos se incorporaron a Daesh y otros grupos yihadsitas.
La mitad de ellos regresaron al Reino Unido, y más de 100 se dan por muertos, según The Telegraph.