Así, un total de 1,8 millones de personas se sumaron a filas del desempleo en estos tres primeros meses del año, afectando al 13,7% de la población activa.
Por otro lado, la población ocupada se situó en los 88,9 millones de personas entre enero y febrero, lo que representa una caída del 1,5% en comparación con el periodo de octubre a diciembre del pasado año.
En un año el total de trabajadores cayó un 1,9%, lo que equivale a casi 1,7 millones de personas.
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Respecto al salario, los trabajadores brasileños ganaban de media en este primer trimestre del año unos 2.110 reales (658 dólares), un 2,23% más que en el trimestre de octubre a diciembre de 2016 y un 2,48% más que en el mismo periodo del año anterior.
Como medida para atajar el problema, el Gobierno de Michel Temer impulsó una reforma laboral que pretende flexibilizar las reglas para estimular la contratación.
Sin embargo, oposición, sindicatos y movimientos sociales creen que la reforma laboral aumentará la precariedad y por ello este viernes convocaron una huelga general en todo el país.