Por ahora, Donald Trump no ha logrado mayores triunfos políticos, y sus principales propuestas —la ley de inmigración, la imposición de un nuevo sistema de salud y la construcción del muro fronterizo con México— han sido frenadas a nivel judicial y legislativo.
Según recientes encuestas, la popularidad del mandatario apenas rebasa actualmente el 40%, según el portal FiveThirtyEight. Además, solo un 46% de los norteamericanos piensa que Trump será capaz de realizar los cambios que necesita EEUU.
Bloque corporativo
La llegada de Trump al poder en EEUU se dio en gran parte al apoyo de la población blanca de todo el país, entre ellos los habitantes pobres del cinturón industrial.
A nivel nacional, los intereses de los trabajadores norteamericanos son similares a los de los productores y las compañías que trabajan en el mercado interior, quienes, a su manera, representan a la población de raza blanca a nivel nacional.
"Trump es un representante del bloque corporativo, que agrupa al capital industrial y a los trabajadores", recalca Expert.
Muchas de las iniciativas del mandatario, desde la promesa de reorientar los negocios en el país hacia el mercado interior hasta el muro fronterizo con México, están dirigidas a este nicho electoral.
Tanto los trabajadores blancos como las industrias están esperando una reducción de los impuestos, una inyección de presupuesto en el sector de la infraestructura, así como barreras aduaneras y migratorias a nivel fronterizo.
"Pero, ¿están dispuestos los norteamericanos a aceptar el inevitable aumento en los precios de compra? ¿Podrá el sector de los negocios aceptar el encarecimiento de los componentes si surgen límites para el ingreso de productos de China?", se pregunta el medio ruso.
Trump podría usar parte del déficit público para financiar enormes infraestructuras y compensar la bajada de impuestos, pero deberá entonces enfrentarse al problema de la deuda nacional, doloroso para cualquier mercado interno.
"El muro de #Trump con #México demuestra el fracaso de la política interior de #EEUU" https://t.co/SWPfT46yZy pic.twitter.com/e7MR1B5KSi
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 24 апреля 2017 г.
Los globalizadores
La idea de que Trump lucha contra los partidarios de la globalización es errónea, asegura la revista rusa, que señala que el mandatario no está en contra del mercado libre ni a favor de las barreras comerciales.
"Trump no es partidario del aislacionismo; está a favor de unas reglas de juego claras", enfatiza Expert.
El presidente norteamericano, por el contrario, quiere que los socios y aliados mundiales de EEUU respeten a su país y cumplan con una competencia honesta. En ese sentido, considera el artículo, Trump es el líder de los globalizadores.
El mandatario quiere ayudar a las compañías de EEUU a nivel global, siempre y cuando sus ganancias no vayan a parar a paraísos 'offshore' internacionales con el fin de evadir impuestos.
"No lucha contra la globalización, sino a favor de [que EEUU se quede con] una parte legal de los beneficios que las compañías esconden al fisco norteamericano", explica Expert.
Sin embargo, Trump no busca traer a las empresas de vuelta a suelo norteamericano con 'mano dura'. Por el contrario, la reducción de impuestos, entre otras iniciativas, es uno de los estímulos para repatriar las ganancias al mercado de EEUU.
Es por ello que Trump busca un compromiso con los partidarios de la globalización que le permita lograr un triunfo en este apartado.
Por ahora, lo ha logrado con su mayor socio: las compañías petroleras. Donald Trump ha continuado con el programa republicano de apoyo a la industria petrolera, ayudando además a frenar la financiación de fuentes de energía alternativas y a retirar las limitaciones ecológicas a la extracción de petróleo.
No en vano, Trump ha nombrado secretario de Estado de EEUU a Rex Tillerson, exdirector del gigante petrolero ExxonMobil. Con su ayuda, es posible que las sanciones que impiden la cooperación con el gigante petrolero ruso Rosneft sean retiradas, según los analistas.
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Aunque la política económica de la Administración estadounidense, que busca un equilibrio entre la orientación hacia el mercado nacional y la globalización, aún se encuentra en pañales, Trump se ha rodeado de personajes con puntos de vista y habilidades diferentes, tanto globalizadores como nacionalistas, pero, más importante aún, expertos en finanzas y negocios. Y entre los más significativos se encuentra Gary Cohn, consejero económico del presidente, y presidente de Goldman Sachs.
Goldman Sachs
Continuando con el análisis económico, la revista Expert asegura que, con el fin de restablecer significativamente la producción industrial, Trump debe redistribuir el control sobre el flujo de dinero del sector financiero al bloque corporativo.
A pesar de que Wall Street dio la espalda a Trump durante su campaña presidencial, una vez en el poder, el mandatario norteamericano no dudó en incluir en su Administración a un gran número de personas relacionadas con Goldman Sachs, uno de los bancos más poderosos no solo en Wall Street, sino a nivel mundial.
Esto sorprende si se tiene en cuenta que Trump prometió acabar con la tiranía de Wall Street, además de que los exfuncionarios de Goldman Sachs suelen defender los intereses de la entidad bancaria, señala Expert.
La revista plantea la hipótesis de que Trump, al crear conexiones con Goldman Sachs, actúa con astucia, entendiendo la fuerza que tiene Wall Street en la política del país.
"Incluyendo en su equipo a representantes del banco, [Trump] busca, por un lado, prevenir una oposición social a sus planes y, por el otro, encontrar un compromiso para saturar el sector [industrial] real con dinero", enfatiza la revista.
Los militares
Otro de los grupos de apoyo a Trump es el militar, un sector cansado de la baja efectividad del Ejército de EEUU y el despropósito de las operaciones nacionales en el exterior en las últimas dos décadas. Los militares están cansados de los gastos inapropiados del presupuesto en defensa, incluido el apoyo económico a la OTAN.
En sus primeros 100 días en el poder, Donald Trump no dudó en presentarle a la canciller alemana, Angela Merkel, una factura por valor de 375.000 millones de dólares.
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Al mismo tiempo, Trump ha prometido crear "el Ejército más fuerte en la historia de la humanidad", para lo que necesita actualizar sus sistemas de misiles, continuar con su programa de defensa aérea global, incrementar las posibilidades de los cazas de quinta generación F-35, cambiar sus misiles balísticos intercontinentales terrestres, etc.
Pero, ¿dónde puede encontrar Trump el dinero para desempeñar esta titánica tarea?
Con un déficit presupuestario anual de 800.000 millones y una deuda estatal de 20 billones de dólares, Trump podría redirigir el presupuesto de la Agencia para la Protección del Medio Ambiente, el Departamento de Estado, el sistema de seguridad social y el programa de salud Medicare para financiar los gastos del Ejército. Esto, sin embargo, no es visto con buenos ojos por el Congreso.
Una posición firme con respecto a China y Rusia parece que va a ser el camino a seguir por Trump a nivel militar.
Los Kushner
Para finalizar, Expert hace énfasis en uno de los aspectos más sorprendentes de la Administración Trump: el significativo papel de algunos de los familiares y allegados del presidente en el rumbo de la Casa Blanca.
Esto podría ser una respuesta al rechazo que ha encontrado Trump dentro del propio Partido Republicano, que no ha apoyado a su presidente en sus propuestas más importantes, entre ellas la reforma de salud, opina la revista.
El clan de los Kushner ha ejercido influencia sobre las decisiones tomadas por Trump, desde el nombramiento de altos cargos en la Casa Blanca hasta el bombardeo a la base aérea siria, pasando por la relación de EEUU con China.
Conclusión
La revista Expert concluye señalando que Donald Trump entiende perfectamente los intereses de todos aquellos que lo rodean, apostando a la vez por apoyar a personas con puntos de vista diametralmente opuestos.
"Él mira a su alrededor y adquiere experiencia. Quiere contagiar con sus ideas incluso a sus oponentes. Necesita consolidar a las élites norteamericanas para obligarlas a sacrificar sus intereses actuales a favor de un beneficio a largo plazo", resume la publicación.
En ese sentido, no es correcto menospreciar la labor de Trump teniendo en cuenta sus primeros 100 días de trabajo, concluye Expert.