Esta posición tan baja tiene que ver con el hecho de que en el país las mujeres saudíes no gozan del derecho a trabajar o a conducir sin el permiso de un guardián masculino. Además, están obligadas a obtener un permiso especial para casarse, ir de compras y solicitar servicios sanitarios, entre muchas otras cosas.
"Elegir a Arabia Saudí para proteger los derechos de las mujeres es como elegir a un pirómano para encabezar el servicio de bomberos de la ciudad", destacó Hillel Neuer citado por The Independent.
La decisión de incluir al país en esta Comisión de la ONU no podría haber llegado en un momento más irónico. A principios de abril de 2017, Dina Alí, una mujer saudita de 24 años, que huyó de un matrimonio forzado rumbo a Australia para buscar asilo, fue devuelta a la fuerza a Arabia Saudí por las autoridades filipinas.
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La joven blogueó que su propia familia la mataría en casa por haber huido. El tío de Dina Alí viajó a la capital de Filipinas, Manila, y la llevó obligada de vuelta a Riad. Por el momento no se sabe mucho de su destino. Según Bloomberg, la joven se encuentra en un centro de detención para mujeres menores de 30 años y todavía no ha enfrentado cargos.
Dada la situación en Arabia Saudí sobre la igualdad de género, puede parecer poco real que una monarquía tan conservadora se encargue de velar y proteger los derechos de la mujer en todo el mundo. No obstante, no es ninguna broma, y a partir de 2018 Arabia Saudí asumirá sus nuevas responsabilidades ante la comunidad internacional.