No obstante, los cambios posteriores en el escenario internacional obligaron al mandatario filipino a cambiar la dirección de su política exterior e inclinarse por EEUU.
"El bombardeo perpetrado por EEUU contra el aeródromo en Siria, el uso de la 'madre de todas las bombas' en Afganistán y las tres agrupaciones navales estadounidenses que están cerca de la península de Corea enseñaron que la política de la Casa Blanca está cambiando bruscamente y que Washington está listo para intervenir en cualquier situación, utilizando sus considerables fuerzas ", comentó el experto, al tiempo que subrayó que esa es la razón por la que el presidente Duterte volvió a hacer un giro hacia EEUU.
A pesar de todas sus "excéntricas declaraciones", Duterte, según Maslyakov, es un político realista que adecuadamente valora la situación en el mundo y diseña su política exterior en conformidad con los cambios que ocurren en torno al enfrentamiento entre China y EEUU.
"El vaivén [entre estos dos países] se ha convertido en el núcleo de la política exterior del presidente de Filipinas", concluyó el experto.
En su discurso en Catar del 15 de abril, el presidente filipino comunicó que había ordenado al Ejército del país a que conquistara y elevara, lo más pronto posible, instalaciones en las islas del archipiélago de Spratly, disputadas por varias naciones asiáticas a la vez.
"Estas islas son propiedad de Filipinas. Hoy todo el mundo está tratando de reclamar cualquier trozo de tierra en el mar de la China Meridional; si nosotros no actuamos rápidamente, nos quedaremos sin nada", declaró el mandatario filipino.
Lea más: ¿Guerra a la vista en el mar de China Meridional?
Estas declaraciones se vieron acompañados con el anuncio de la celebración en el mes de mayo de ejercicios conjuntos con EEUU. Anteriormente, Duterte anunció el fin de cualquiera colaboración militar y técnica con Washington.