"Le pedí (a Duterte) su decisión de si continuamos o no con la construcción; dijo que vale, que sigamos adelante, pero que nos aseguremos de que no se almacenan armas allí", dijo citado por el periódico Philippine Star.
A finales de enero el líder filipino acusó a EEUU de violar el Acuerdo bilateral de Cooperación para Mejorar la Defensa (EDCA), al almacenar armas en sus bases en territorio filipino, y amenazó con anular este convenio militar, que no permite acumulación de municiones.
Más temprano se informó que EEUU tiene previsto para este año modernizar sus bases militares en las Filipinas y construir nuevas instalaciones.
El año pasado Duterte declaró que planea conseguir que el contingente militar estadounidense se retire del país para el final de su mandato presidencial en 2022 y que no pretende reemplazarlo con tropas de ningún otro país.