El pan siempre ha sido un símbolo de paz y estabilidad. Para las personas de Alepo, este pequeño suceso significa que la vida está volviendo a la normalidad tras años de constantes batallas.
Se estima que la panadería ofrezca a los locales unas 40 toneladas diarias de pan. El primer lote horneado fue obsequiado a los militares rusos en señal de agradecimiento por la labor que ejercen en la lucha contra los grupos radicales y la ayuda humanitaria que brindan al pueblo sirio.
Alepo, que antes del conflicto era la ciudad más grande de Siria, con prósperos negocios y diversas instalaciones industriales, fue liberada por el Ejército sirio en diciembre del año pasado, marcando un punto de inflexión en el conflicto armado de seis años. Antes de la ofensiva terrestre en el este de Alepo, fueron establecidos varios corredores humanitarios, permitiendo el paso seguro para los civiles.
De acuerdo con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), 13,5 millones de sirios dependen de una ayuda externa para sobrevivir, 6,3 millones han sido desplazados de sus hogares y otros 4,7 millones viven bajo asedio o en zonas de difícil acceso.


