"Cocemos de esa harina pan para distribuirlo en los centros de acogida de refugiados; la harina rusa es muy buena", dijo el director de la panadería, Marwa Khattab.
Otra partida de pan, de 600 kilogramos, fue transportada a un centro para los refugiados en la región de Tishrin, de Alepo norte, donde residen en general los refugiados de las zonas orientales de la ciudad que se vieron obligados a abandonar sus casas por el ataque terrorista en 2012.
Siria vive desde 2011 un conflicto en el que el Ejército gubernamental se enfrenta a grupos armados de la oposición y organizaciones terroristas, entre ellas Daesh (autodenominado Estado Islámico) y el Frente al Nusra (actualmente, Frente Fatah al Sham), ambos proscritos en varios países, entre ellos Rusia.
Desde su comienzo, la guerra en Siria provocó entre 300.000 y 400.000 muertos, según altos cargos de la ONU.