Se cree que la hija mayor del presidente estadounidense influyó en la decisión de su padre de lanzar un ataque con 59 misiles de crucero Tomahawk sobre la base aérea Shairat, en la provincia siria de Homs, el 7 de abril.
Ivanka justificó su decisión con el hecho de haber quedado indignada por las imágenes de los niños que supuestamente fueron sometidos a un ataque químico lanzado desde este aeródromo, explica el autor.
Desde el momento del ataque de EEUU, todos los medios del país han centrado su atención en Ivanka. La primera manifestación fuerte de la asesora oficial de su padre logró alterar la dinámica de la vida política de EEUU y está a punto de "frustrar los intentos del campo democrático de destruir a su padre", sostiene Kósyrev.
Según el periodista, los niños son el argumento clave de estos "villanos" mediáticos en las guerras híbridas y de informaciones. Explica que el instinto de "proteger a los niños" prevalece sobre todos los demás y es capaz de convertir a una persona en un 'animal agresivo' sin la capacidad de "razonar, analizar y verificar la información".
"Es difícil enumerar todas las abominaciones que los falsificadores han logrado arrastrar por los parlamentos de varios países", sostiene Kósyrev.
En septiembre de 2015, los medios divulgaron activamente la historia del niño sirio que se ahogó junto con otros refugiados cuando intentaban alcanzar la isla griega de Kos. Su trágica muerte sirvió de buen pretexto para convencer a los europeos de que están obligados a recibir a los refugiados en sus países.
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Luego hubo un montón de otras historias parecidas acerca de la crisis en Siria, incluidas las imágenes "obviamente falsificadas" de los niños de Idlib sufriendo de las consecuencias del ataque químico.
"El culto de la hija mayor" se ha hecho muy fuerte durante las últimas décadas, escribe Kósyrev. Chelsea Clinton, la hija de Bill y Hillary Clinton, y las hermanas Malia y Sasha Obama fueron "figuras muy prominentes" durante el mandato de sus padres.
De esta manera, Ivanka Trump, que "se ha convertido" en una "estrella de importancia nacional", es "la versión optimizada" de una hija presidencial.
La bella empresaria es capaz de producir "un increíble acto político": ella sugiere que entiende bien todas las peculiaridades y particularidades de su padre, pero, al mismo tiempo, atada por los lazos familiares, le sigue siendo fiel.
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"[Ivanka] es como un puente entre las dos versiones de EEUU: la que considera a Trump un monstruo terrible (…), y la otra donde es la personificación de la normalidad humana", profundiza el autor.
Aunque la máquina de propaganda democrática sigue pintando al presidente como un "gerente fracasado", el fenómeno de la familia presidencial y, sobre todo, de Ivanka Trump, se discute ampliamente incluso en los círculos de los demócratas.
"Y nadie en EEUU se preocupa de que la frágil Ivanka esté involucrada en la matanza con los misiles Tomahawk de los niños reales cerca de la base aérea de Shairat", concluye Kósyrev.
