"Por supuesto este ataque fue sobre todo un intento de presionar a China, pues la administración de (el presidente norteamericano, Donald) Trump nunca ocultó que ve a China como un rival estratégico", dijo Súslov en una mesa redonda organizada por esta agencia.
Este gesto, explicó, estaba encaminado a persuadir a Xi que "endurezca sanciones contra Corea del Norte".
A juicio del especialista, si Washington logra este objetivo, será una victoria política para Trump, pues podrá presumir de haber logrado algo que no había podido la administración anterior durante ocho años.
El 7 de abril EEUU lanzó 59 misiles de crucero Tomahawk desde los buques de guerra emplazados en el Mediterráneo contra la base aérea de Shairat, en la provincia siria de Homs.
Según EEUU, los aviones sirios habían salido de la base de Shairat para bombardear Jan Sheijun.
Damasco niega toda implicación en la tragedia que, según la Organización Mundial de la Salud, causó 84 muertos y 545 intoxicados el 4 de abril.
El domingo pasado se informó que EEUU envió rumbo a la península de Corea un grupo naval encabezado por el portaviones USS Carl Vinson.
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Ante esta situación, Pyongyang, que acelera a partir de 2006 el desarrollo de su programa nuclear y balístico a pesar de las sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU, amenazó a EEUU con lanzar un ataque nuclear.