En el marco de la visita, Estados Unidos habló en nombre de la OTAN, mientras Alemania representó a los países miembros de la UE, que quieren que Serbia ingrese en la Unión, pero sin Kosovo.
Estas visitas tuvieron un denominador común: la preocupación por la supuesta 'expansión de la influencia rusa' por lo cual McCain expresó su preocupación por el 'comportamiento ruso' en la región. Así el político norteamericano se refirió a la intentona golpista en Montenegro, de la que Occidente culpó a Moscú, destacó.
Por su parte, Gabriel indicó durante su viaje a Serbia que Alemania apoya el diálogo entre Serbia y Kosovo y agregó que para la UE es importante que las negociaciones acerca del ingreso de Belgrado a la Unión y el diálogo con Kosovo se lleven a cabo simultáneamente.
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El primer ministro de Serbia, Aleksandar Vucic, dijo a los visitantes que Serbia seguiría con su neutralidad militar y se comprometería con la UE y las negociaciones con la parte kosovar. Pero al parecer los políticos no llegaron a Serbia para oír las mismas palabras que se repiten en cada encuentro.
"La política exterior de Serbia difiere de la que siguen sus vecinos lo que se puede ver claramente en las relaciones con Rusia y en el ejemplo de Siria, porque Serbia fue el único país europeo que respondió al llamamiento de Rusia y envió ayuda humanitaria en 2016", manifestó el experto.
A juicio de Prorokovic, Belgrado entonces mandó una señal política al presidente sirio, Bashar Asad.
Asimismo, profundizó, Serbia es un socio estratégico de China. Por tanto, concluye el entrevistado, todas las visitas de políticos occidentales solo buscan presionarla aún más para que la política exterior de Belgrado cambie en interés de la OTAN y la UE.
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Prorokovic cree que Serbia goza de capacidades para consolidar a su alrededor ciertas fuerzas políticas en Montenegro, Macedonia y Bosnia así como fortalecer los lazos con Bulgaria con el apoyo de Moscú, lo que puede entorpecer los planes que ciertos países tienen en esta parte de Europa.
Según Prorokovic, Occidente quiere que Belgrado reconozca Kosovo, y de esta manera legalice la intervención de la OTAN contra el país en el año 1999, así como desea alejar a Serbia de Moscú.
Otro experto serbio, el politólogo Dragan Djukanovic, comentó a Sputnik que las visitas de McCain y Gabriel solo son las consecuencias de la política multidimensional de Serbia, que se base en la cooperación con Washington, Bruselas y Moscú a la vez.
Profundizó que tras la llegada de Trump al poder, la política estadounidense en los Balcanes no ha cambiado. Según aclaró, su prioridad es el ingreso de ciertos países a la OTAN, en particular se enfocan en Montenegro, así que por ahora Occidente no hace presión considerable sobre Serbia con tal de que cambie su política de neutralidad, concluyó.