Tras analizar unos vídeos de los Cascos Blancos de un supuesto ataque químico en Alepo, SWEDHR acusó a este grupo de falsificar información.
"Recibo amenazas anónimas a través de Twitter y las redes sociales", dijo De Noli en una entrevista a la cadena televisiva Rossiya 24.
"Pese a esto espero que mis publicaciones reciban la atención debida e influyan en lo que sucede", puntualizó.
De Noli apuntó que SWEDHR no teme y seguirá su labor.
"Digo la verdad y lo puedo demostrar con medios correctos, veraces y abiertos", subrayó.
El Ministerio ruso de Defensa comunicó poco después que la tragedia se produjo tras un bombardeo de la aviación siria contra los arsenales de los terroristas que contenían armas químicas, las mismas que debían suministrarse a los radicales que operan en Irak.
Sin embargo, Washington apoyó las acusaciones de la oposición siria y bombardeó el 7 de abril con 59 misiles la base aérea siria de Shairat, en la gobernación de Homs, afirmando, sin presentar pruebas algunas, que el ataque químico a Jan Sheijun se lanzó desde este aeródromo.
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Al comentar el ataque en Idlib, la portavoz del Ministerio ruso de Exteriores, María Zajárova, dijo que los Cascos Blancos y el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Londres, no pueden ser considerados como fuentes confiables de información.