"Los informes de que Trump discute con miembros de su administración la posibilidad de endurecer las sanciones contra Rusia e Irán por su apoyo a Siria muestra que, tal vez, con su ataque de misiles del 7 de abril contra la base aérea de las tropas sirias el líder no logró todos los objetivos que planeaba; es decir, calmar a todos los que anhelaron derramamiento de sangre en Siria y otras acciones decisivas contra Rusia", dijo Kosachov.
Añadió que "obedeciendo a ellos, Trump elige el camino muy peligroso, porque, primeramente, ellos nunca se calmarán, y además, cuando trata de complacer a ellos, es muy posible empeorar las relaciones con Rusia hasta el nivel de (las relaciones durante la presidencia de Barack) Obama".
Anteriormente, la representante permanente de EEUU ante la ONU, Nikki Haley, anunció que Donald Trump se plantea imponer sanciones contra Irán y Rusia por su apoyo al régimen de Bashar Asad en Siria.
El ataque fue una represalia al uso de sustancias tóxicas en la ciudad de Jan Sheijun, provincia de Idlib, del que Washington culpa a Damasco.
Haley dijo que Washington sacó conclusiones sobre la implicación del régimen sirio en ataques químicos a partir de la información clasificada.
El Gobierno de Siria niega toda implicación en el incidente que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) causó 84 muertos y 545 intoxicados el 4 de abril.