Durante 58 años, la organización terrorista vasca Euskadi Ta Askatasuna —País Vasco y Libertad, en euskera— o simplemente ETA, ha perseguido mediante la violencia la independencia del País Vasco y Navarra de España.
El 30 de julio de 2009, cuando los miembros de la Guardia Civil Diego Salvá y Carlos Sáenz de Tejada realizaban actividades de patrullaje en Calvià —Illes Balears—, una bomba lapa adosada a los bajos del patrol en el que viajaban hizo explosión. Los dos agentes fueron los últimos asesinados por ETA en suelo español.
Sin embargo, la última víctima de la organización terrorista fue Jean S., un policía francés, que murió en un tiroteo con integrantes de ETA cuando estos fueron sorprendidos mientras trataban de robar un vehículo en una pequeña localidad cerca de París.
A lo largo de estos años, ETA ha cometido 3.600 atentados, según un informe del Gobierno vasco de 2013. El más mortífero fue el perpetrado en un supermercado de Barcelona en 1987, que dejó 21 muertos y 45 heridos, según informa El País.
La decisión sobre el desarme, que no implica la disolución automática de ETA, fue tomada por la organización gracias a la mediación de distintas instituciones humanitarias.
El presidente del Centro de Comunicaciones Estratégicas, Dmitri Abzálov, en declaraciones a Sputnik, ha considerado que una hipotética independencia del País Vasco es algo poco probable, dado que esta opción ha perdido el apoyo mayoritario de la sociedad vasca.
¿Qué implica el plan de desarme de ETA?
No obstante, los medios de comunicación españoles dudan de que los integrantes de ETA entreguen a los intermediarios todo su arsenal bélico.
El hecho de que la organización haya priorizado los contactos con las autoridades galas frente a las españolas —cuando fue precisamente España el país más golpeado por la actividad terrorista— tampoco ha sentado bien en Madrid, que ha quedado un tanto apartada del histórico proceso de desarme.
Tal vez por esta razón, la prensa española no ha recibido con demasiado entusiasmo la noticia del desarme.
"Muchos intelectuales y miembros de las asociaciones de víctimas del terrorismo firmaron un manifiesto en el que demandaron que ETA no acabara saliendo impune, sino que respondiera ante la ley y se enfrentara a la justicia. Esta gente requiere de las autoridades una respuesta clara para que el día de la entrega de las armas no se convierta en un circo de autojustificación y exculpación", escribe el diario español El Mundo.
¿Qué futuro le espera al independentismo vasco tras el desarme de ETA?
"Históricamente, ETA estuvo luchando por la independencia del País Vasco de España pero no por su separación de Europa. (…) El problema reside en que no se puede salir de España y mantenerse en la UE", dijo.
Según Abzálov, de todos los países que forman parte de la UE, España —junto a Polonia— es el que ha sacado más réditos de su pertenencia al bloque continental.
"El País Vasco recibe fondos de Bruselas, se aprovecha sustanciosamente del libre movimiento de personas, que es crucial para el desarrollo del turismo. Nadie quiere poner todo eso en riesgo. Separarse de España y seguir formando parte de la UE es posible solo sobre el papel. Basta con ver el ejemplo del Brexit —las conversaciones sobre el cual duran ya casi un año— para entender cuán difícil sería llevar este esquema a la práctica", concluyó.