"La Cancillería rusa contactó con el Departamento de Estado, son contactos realizados de forma regular y a distintos niveles, pero esta vez enfocamos los sucesos de hoy, por descontado", dijo en declaraciones a la televisión Rossiya 1.
En la madrugada de este viernes, EEUU lanzó un ataque con misiles de crucero Tomahawk desde buques de guerra emplazados en el Mediterráneo contra la base aérea siria de Shairat.
Tras el ataque murieron 15 personas, seis militares y nueve civiles de la localidad de Shairat, situada cerca del aeródromo, entre ellos cuatro niños.
El ataque supone una represalia al supuesto uso de armas químicas en la ciudad siria de Jan Sheijun del que Washington culpa a Damasco que, a su vez, niega toda implicación en los hechos.
El Ministerio de Defensa ruso, por su parte, había comunicado que el ataque destruyó un almacén de logística, un centro de instrucción, un comedor, una estación de radar y seis aviones MiG-23 que estaban reparándose en los hangares.
Un corresponsal de Sputnik comunicó desde el lugar de los hechos que varias aeronaves, incluidos cinco cazas, quedaron intactas y que la pista de aterrizaje tampoco sufrió muchos daños.