"Para las autoridades de Irán, el ataque estadounidense al aeródromo de Shairat es una grave violación del derecho internacional y la soberanía de la República Árabe Siria, que es miembro de la ONU. Estos ataques se llevaron a cabo sin ningún tipo de coordinación y aprobación por parte del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas", afirma Hanizadeh.
Uno no puede evitar tener la impresión de que los estadounidenses han inventado un nuevo guion para Siria, subraya Hanizadeh. Intentan paralizar la defensa siria y debilitarla ante el Ejército israelí, cambiando así el equilibrio militar en la región.
"Este ataque, sin duda, había sido planeado con antelación por EEUU, Israel, Arabia Saudí, Catar y, posiblemente, Turquía. Su objetivo es derrocar el Gobierno actual en Siria a través de medios militares. No es sorprendente que tales acciones recibieran una reacción negativa de Rusia, Irán e Irak", prosigue Hanizadeh.
Sin embargo, la ofensiva de Estados Unidos muestra que actuó atendiendo únicamente a sus intereses y los de sus aliados. De hecho, inmediatamente después de lanzar los cohetes, Donald Trump anunció que Estados Unidos había intervenido para preservar los intereses nacionales del país. Esto sugiere que el ataque puede acarrear graves consecuencias e, incluso, desembocar en una guerra a gran escala en la región.