EEUU, Francia y Gran Bretaña presentaron en el Consejo de Seguridad de la ONU un proyecto de resolución sobre el presunto ataque químico en la provincia siria de Idlib, del cual responsabilizan al Gobierno del país árabe.
Para Gerard Bapt, diputado del partido socialista galo y también presidente del grupo de amistad franco-siria en el Parlamento de Francia, las conclusiones "son apresuradas ya que todavía no hubo un análisis equilibrado de los hechos".
"Para el Gobierno de Siria no tenía ningún sentido provocar un escándalo en su contra justamente la víspera de las consultas en Bruselas sobre la crisis siria. Lo ocurrido no ha traido ningún beneficio para las autoridades, al revés: ahora esto se parece más a la propaganda que utiliza una tragedia para facilitar el derrocamiento del régimen", argumentó Bapt en su comentario para Sputnik.
En aquel entonces, las inconsistencias en la evidencia presentada, así como los esfuerzos diplomáticos de Rusia lograron alcanzar la distensión de la situación y promover el acuerdo sobre la destrucción completa de los arsenales químicos de Siria, proceso vigilado por el propio EEUU.
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"El comité estadounidense que investigaba el ataque en Guta determinó que ya antes de la entrada en vigor del acuerdo sobre la destrucción de los arsenales químicos, las partes beligerantes —el Gobierno y la oposición— poseían las mismas cantidades de armas químicas. En este sentido, tras destruir el Gobierno su parte de las sustancias, son los opositores los que poseen mayores arsenales químicos en el país", destacó el parlamentario francés en conclusión.