El jueves la embajadora de EEUU ante la ONU, Nikki Haley, reconoció que la salida del presidente sirio Bashar Asad dejó de ser una prioridad para su Gobierno.
"Este cambio constituye un reconocimiento de la autoridad de Asad y la renuncia a las políticas fallidas de Obama", tuiteó Pushkov.
El legislador subrayó que Obama no tomó en cuenta el factor ruso cuando en 2012 dijo que los días del mandatario sirio estaban contados.
"Ahora Obama tiene tiempo para contar los días de Asad pero espero que no pierda la cuenta", acotó.
Ese mismo jueves, el secretario norteamericano de Estado, Rex Tillerson, durante una visita oficial de un día a Turquía, reconoció que es el pueblo sirio el que debe decidir el futuro de Asad.
Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto armado que ha dejado entre 300.000 y 400.000 muertos, según datos de la ONU.
Las tropas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y a organizaciones terroristas, entre ellas Daesh (autodenominado Estado Islámico) y Frente al Nusra, ambas proscritas en Rusia y otros países.