Según los economistas David Malpass y Adam Lerrick, el FMI "empobrece sistemáticamente a los extranjeros", mientras que el asesoramiento del Banco Mundial tiene un "valor negativo para sus mejores clientes". Ambos expertos trabajarán en la Administración Trump bajo el mando de Steven Mnuchin, secretario del Tesoro de EEUU, recordó The Economist.
Por su parte, Mnuchin, durante su primera participación en una cumbre del G-20, vetó el compromiso de larga tradición de "resistirse a todas las formas de proteccionismo".
"Estados Unidos está entregando a China el liderazgo del sistema [económico] multilateral", consideró el economista Jeffrey Sachs en una entrevista con Bloomberg.
Sin embargo, las iniciativas más llamativas del gigante asiático en el ámbito económico han operado "en torno al sistema existente, no a través de él". El país asiático ha creado dos entidades bancarias multilaterales propias: el Nuevo Banco de Desarrollo, con sede en Shanghái, y el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (AIIB, por sus siglas en inglés), radicado en Pekín.
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La relación de China con estas instituciones se está volviendo más generosa. El gigante asiático es, actualmente, el undécimo mayor donante de la Asociación Internacional de Desarrollo (AIF), la entidad del Banco Mundial que proporciona auxilio a las naciones más pobres del mundo.
A largo plazo, si China se convierte en el líder económico mundial, cabe la posibilidad de que se transforme también en el mayor contribuyente financiero al Banco y al Fondo, concluyó The Economist.